X ya no será un canal oficial para el Ayuntamiento de Barcelona

Barcelona, conocida por su innovación y su compromiso con los valores democráticos, ha dado un paso histórico al convertirse en la primera gran ciudad española en abandonar la red social X (antes Twitter). Esta decisión marca el fin de una relación de más de una década entre el Ayuntamiento y una de las plataformas de comunicación más influyentes del mundo.

El Ayuntamiento, liderado por Jaume Collboni, ha anunciado que cerrará casi 80 cuentas oficiales de la red social, argumentando que X se ha convertido en un espacio incompatible con la difusión de información veraz y transparente. Según el consistorio, esta plataforma está «inmersa en una espiral de desinformación e intransigencia», lo que la aleja de los principios de democracia digital y humanismo tecnológico que Barcelona promueve.

X ya no será un canal oficial para el Ayuntamiento de Barcelona

Una decisión con peso democrático

La medida no es un simple cambio de estrategia comunicativa, sino una declaración de principios. En un comunicado, el Ayuntamiento subrayó su compromiso con la ciudadanía de proporcionar «información veraz y honesta». Este ideal, asegura, es incompatible con la situación actual de X, que, según diversas voces, se ha convertido en un espacio permisivo con las noticias falsas y las narrativas de extrema derecha.

La polémica en torno a la red social no es nueva. Desde la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk y su rebranding como X, la plataforma ha sido objeto de críticas por sus políticas de moderación y por permitir discursos considerados ofensivos o dañinos. Esto ha llevado a muchas instituciones, medios de comunicación y usuarios individuales a abandonar la red, y Barcelona se suma ahora a esa tendencia.

¿Qué pasa con la comunicación municipal?

A pesar de la salida de X, el Ayuntamiento ha dejado claro que no renuncia a su misión de mantener informada a la ciudadanía. Para ello, continuará utilizando otros canales oficiales, entre los que destacan:

  • La web oficial: El sitio del Ayuntamiento seguirá siendo el eje central para consultar noticias, trámites y recursos.
  • Boletines informativos: Los ciudadanos pueden suscribirse a comunicados periódicos para recibir las últimas novedades.
  • Aplicaciones móviles: Herramientas digitales diseñadas para facilitar el acceso a servicios municipales.
  • Otras redes sociales: Plataformas como Instagram, Facebook, LinkedIn, Threads, Telegram y YouTube tendrán un rol protagónico en la estrategia de comunicación de Barcelona.

Aunque se cerrarán casi todas las cuentas de X, el Ayuntamiento mantendrá activa la cuenta @bcn_ajuntament para casos de emergencia, alertas meteorológicas y afectaciones a la movilidad, asegurando así un canal exclusivo para información crítica.

¿Por qué esta decisión importa?

El cierre de cuentas en X por parte de una ciudad tan influyente como Barcelona tiene un impacto simbólico significativo. No solo es una respuesta a los problemas actuales de la red social, sino también un ejemplo de cómo las instituciones públicas pueden priorizar la ética y los valores democráticos por encima de tendencias tecnológicas.

Barcelona no solo deja atrás una red social; redefine cómo una ciudad moderna debe comunicarse con su población en un mundo cada vez más digital. Al apostar por canales alternativos y reafirmar su compromiso con la transparencia, la ciudad da un paso hacia un modelo de comunicación más inclusivo y responsable.

El futuro de la comunicación municipal

Este movimiento genera una pregunta importante: ¿será Barcelona la primera de muchas ciudades en tomar esta decisión? Con otras capitales europeas e instituciones siguiendo caminos similares, el abandono de X podría marcar el inicio de un cambio global en la forma en que los gobiernos y las organizaciones se relacionan con las redes sociales.

En última instancia, este paso subraya la necesidad de equilibrar innovación tecnológica con principios éticos, garantizando que las herramientas digitales sean un puente hacia la verdad y no un obstáculo. Barcelona, como siempre, lidera con el ejemplo.

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