En el corazón de Gracia, Barcelona, una vibrante fachada amarilla anuncia la llegada de Choripa, un santuario dedicado al icónico choripán argentino.
Este nuevo establecimiento es fruto del talento y la visión de tres ex chefs de renombre mundial: Pablo Lagrange, Lucía Aguilar y Ricardo Mateo. Cansados de los rigores de la alta cocina, este trío ha creado un espacio donde la calidad culinaria se encuentra con la accesibilidad.
Un menú que define la artesanía culinaria
En Choripa, todo se elabora desde cero: desde el pan francés crujiente hasta los embutidos y salsas llenas de carácter. El chorizo criollo, por ejemplo, es un resultado de cinco meses de perfeccionamiento, combinando cerdo Duroc con ternera, todo cocinado en un auténtico horno de brasa Pira para un sabor inigualable. Acompañando estos chorizos están el chimichurri, hecho con hierbas frescas y aceites finos, y una salsa criolla picante con chiles chipotle y habanero lactofermentados.
Diversidad gastronómica a precios democráticos
Aunque el choripán es la estrella, Choripa no se detiene allí. El menú también incluye otras delicias como un sanguchito de vacío en pan chapata, un kebab vegano con ingredientes como girgolas y seitan, y pastrón servido en pan bollo con un toque de mayonesa de wasabi. Estos platos están pensados no solo para ampliar la oferta, sino para elevar el concepto de comida callejera a un nuevo nivel de refinamiento y satisfacción.
Una experiencia única
Con precios que comienzan en solo 8,5€, Choripa es una prueba de que la alta gastronomía no tiene que ser prohibitivamente cara. Los acompañamientos, como las patatas fokin y choribravas, y los postres como el dulce de leche ahumado, complementan el menú principal. Además, la bebida no es una reflexión tardía: sodas caseras, cerveza artesanal argentina de Juguetes Perdidos y vinos seleccionados de Terra Alta aseguran que cada comida sea una experiencia completa.
Choripa: Un clásico instantáneo en Barcelona
Este local no solo representa un cambio en la dinámica gastronómica de la ciudad, sino que también encarna el espíritu de colaboración y el compromiso con la artesanía culinaria. Para Pablo, Lucía y Ricardo, Choripa es más que un restaurante: es un movimiento hacia la autenticidad, la calidad y la accesibilidad en el mundo de la comida rápida gourmet.